Este 21 de febrero se conmemoró el Día Internacional de la Lengua Materna, una fecha proclamada por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, la Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO), a fin de promover el plurilingüismo, el uso de los idiomas maternos y la diversidad cultural.
La lengua materna, la de las primeras palabras y la expresión del pensamiento individual, constituye el cimiento biográfico y cultural de cada persona y de su pueblo. Además, está demostrado que los niños y niñas aprenden mejor cuando cursan los primeros años de enseñanza en el idioma materno.
“Las lenguas son de manera intrínseca, vectores de comprensión del prójimo y de tolerancia. El respeto de todos los idiomas es un factor decisivo para garantizar la coexistencia pacífica, sin exclusión, de todas las sociedades y, dentro de ellas, de todos sus miembros”, según Irina Bokova, directora General de la UNESCO.
Convivencia con los idiomas
El Plurilingüismo —que puede definirse como la convivencia armoniosa de los diversos idiomas hablados dentro de un ámbito común— pasa a ser así un componente esencial de las políticas educativas y culturales, que merece una atención cada vez mayor, según la directora de la UNESCO.
La autoridad destacó que al mismo tiempo el aprendizaje de las lenguas extranjeras y, por su conducto, la capacidad individual de utilizar varias de ellas, constituyen factores de apertura a la diversidad y comprensión de otras culturas. “Por lo cual deber fomentarse como elemento constitutivo y estructural de la educación moderna”, señaló.
Lenguas en peligro de extinción
Al igual que las especies animales en vías de extinción, los idiomas están desapareciendo rápidamente y necesitan nuestra dedicación e interés para mantenerlos vivos.
En las últimas décadas el número de lenguas habladas en el mundo ha disminuido dramáticamente debido a la expansión económica y cultural de unos cuantos países dominantes. Hasta hace algunas décadas existían en el mundo alrededor de 10.000 lenguas pero actualmente, según la UNESCO, se hablan aproximadamente 6.000. Y la situación parece agravarse, ya que unas 2.500 lenguas están gravemente amenazadas y en peligro de extinción.
La diversidad lingüística que ha caracterizado a la humanidad se está perdiendo; el 96% de los idiomas actualmente existentes lo habla sólo el 4% de la población mundial, mientras la mitad de la población planetaria se expresa en algunos de los ocho idiomas dominantes, entre ellos el inglés y español.
La UNESCO estima que si no se toman medidas políticas al respecto, cerca del 90% de las lenguas desaparecerán o serán remplazadas por las lenguas dominantes para finales de siglo.
Un impulso a la revitalización desde la UII del Fondo Indígena
Ante la situación descrita, y teniendo en cuenta que las lenguas de los pueblos indígenas son las más amenazadas, el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (Fondo Indígena) impulsa la revitalización lingüística y cultural de los pueblos desde la Universidad Indígena Intercultural (UII).
La UII es una iniciativa que, con el objetivo de contribuir en la formación de profesionales indígenas cualificados y con capacidad de liderazgo, se inscribe en el Programa Emblemático de Formación y Capacitación de Fondo Indígena. Durante el 2010, la UII impartirá la Diplomatura en Revitalización Lingüística y Cultural, con el fin de formar gestores de la revitalización lingüística y cultural comprometidos con los procesos comunitarios de sus pueblos y capaces de acometer los grandes desafíos que enfrentan hoy los pueblos indígenas en términos de la sostenibilidad de sus lenguas y culturas en el siglo XXI.
Este postgrado tendrá carácter semipresencial, combinando la formación presencial con la formación a distancia a través de la plataforma virtual de enseñanza de la UII. El postgrado se desarrollará con la coordinación académica del Instituto de Investigación Lingüística Aplicada (CILA) de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), Perú, y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), México. El Fondo Indígena otorga 25 becas a profesionales y líderes indígenas para que puedan participar de dicha capacitación.

Fuente: http://www.fondoindigena.org/notiteca_nota.shtml?x=18287

ALASITA, FIESTA DEL EKEKO

[En la polémica del origen de las Alasitas y del ekeko publicamos un artículo, como muchos otros, publicados en el 2006 que ratifican a Bolivia como se epicentro de práctica y origen]

Esperanza, prosperidad y encuentro. Es la fiesta de Alasita, aglomera a un gran número de personas que se reúnen para adquirir miniaturas que simbolizan algún objeto que se quiere obtener en el transcurso del año. En Alasita los artesanos en miniatura elaboran documentos, alimentos, ropa, adornos, muebles, accesorios, artefactos del hogar y del trabajo, edificios, casas, terrenos, dinero, autos, todo lo que pueda imaginar que representan el cotidiano vivir de la gente este donde este.
El 24 de enero de cada año, es dedicado a esta actividad cuyo principal personaje es el ekeko, iqiqu, o simplemente ekeko, es una deidad que simboliza la abundancia, su actual figura es la de un hombre gordo cargado de muchos objetos y un cigarrillo en la boca, los brazos extendido, cuyas manos agarran billetes.
La tradición estipula que debe comprarse estos objetos de miniatura a las 12:00 del medio día, por significar una “buena hora”, para realizar esta compra y tener asegurada su adquisición real a lo largo del año o en el futuro.
En el pasado precolombino y republicano se acostumbra a guardar objetos pequeños que simbolizan la producción, como protección de estos productos para que la vida de la comunidad sea prospera
Actualmente, las autoridades comunitarias, mama t'alla y jilaqata están consignados a tener guardado replicas de la comunidad, vale decir, figuras de llama, alpacas, ovejas, toros, productos de la chacra como papa, chuño, granos y otros, que se convierten en illas que son amuletos que atraen la abundancia a la comunidad.
Cada persona casada o soltera, hombre o mujer, le corresponde una clase de illa, así existen illas de protección contra las enfermedades, las maldiciones y otras que buscan garantizar la prosperidad personal o familiar.
Al comprar una miniatura en Alasita se convierte en una illa, que debe ser ch'allada (rociada con vino, alcohol, flores y coca) intercomunicando al objeto, la persona que compra con las deidades de la pachamama (madre tierra) y los achachilas (los cerros) quienes facilitan en el futuro que el objeto comprado sea real. La religión católica aprueba estas manifestaciones culturales, precisamente algunas personas que hacen ch'allar recurren también a la bendición del sacerdote combinando ambas creencias.
Las illas de producción (ganado y producción de la chacra) tienen otra faceta, se han convertido en pasaportes, autos, casa, ropa, etc., que simbolizan la vida urbana, ejemplo que las creencias aymaras han transcendido las costumbres urbanas, llegando a otros estratos sociales quienes son ahora, los que mantienen la creencia de prosperidad comprando miniaturas. Las miniaturas que reflejan la esperanza de obtención de deseos “pequeños” hechos “grandes”.

Gloria Villarroel s.
Artículo publicado el 2006 en: http://www.winaybolivia.com/articulos/alasita_art.htm


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